Recordaremos marzo del 2020 como el mes en el que la pandemia global dio comienzo en nuestro país. Casi dos años después, sus efectos aún siguen estando más que presentes tanto en el aspecto social, como en el aspecto sanitario y de salud pública.

Una de las consecuencias menos comentadas y analizadas, sin embargo, ha sido la aceleración de todos los procesos de digitalización en la sociedad. Los trámites y relaciones con las Administraciones Públicas han pasado de ser presenciales a telemáticos, la operativa bancaria se ha volcado a la tramitación online y hasta nuestras relaciones con atención primaria se han tornado en virtuales.

Este proceso ya estaba en marcha y era cuestión de tiempo que evolucionara a un escenario informatizado y telemático de las relaciones, pero la pandemia ha hecho que se pise el acelerador y que, de la noche a la mañana, hayamos pasado de poder realizar nuestro trámite hablando con una persona a tener que hacerlo interactuando con una máquina.

Nuevo modelo de relación digital.

Es en este punto donde nos encontramos con la pregunta clave. ¿Estamos todas las personas preparadas para este nuevo modelo de relación?

Parece claro que la respuesta es no; por un lado, no todas las personas tenemos los conocimientos necesarios y, por otro, tampoco los recursos. Desde el servicio de Apoyo Técnico a las Asociaciones de Personas Mayores de Donostia, servicio municipal que Grupo SSI desempeña, esta necesidad se detectó en cuanto pudimos restablecer la atención.

Retos de las personas mayores ante la digitalización

Constatamos que muchas de las personas mayores tuvieron problemas para comunicarse con sus familiares y amistades durante el confinamiento, lo cual aumentó, más si cabe, el sentimiento de soledad.

Las consultas con el servicio de atención primaria, profesionales de la medicina y la solicitud de citas dejaron de ser presenciales y nos encontramos con personas mayores sin la capacidad de gestionar estos trámites telemáticamente.

Las oficinas bancarias cerraban o restringían sus horarios e instaban a sus clientes a realizar las operaciones mediante la banca online.

¿Dónde está mi dinero? Es una pregunta recurrente en este colectivo.

Más recientemente nos hemos encontrado con personas que no se podían tomar su café en su lugar habitual porque se requería el pasaporte Covid. ¿Qué es eso y dónde me lo dan?, otra cuestión que se ha repetido.

Capacitación digital adaptada a las necesidades de las personas mayores.

En las asociaciones de personas mayores siempre ha estado presente la formación y capacitación digital en forma de talleres y cursos para enseñar a utilizar las diferentes herramientas tecnológicas a mayores.

El perfil de las personas mayores asociadas es muy diverso: factores como la edad o el nivel formativo previo, las inquietudes o necesidades de cada cual así lo determinan. Hasta hace poco, quienes acudían a estas formaciones buscaban socializar, entretenerse y aprender algo nuevo. Sin embargo, en la actualidad, la mayoría de asistentes buscan una formación, un aprendizaje rápido que les permita superar la barrera digital.

La demanda ha crecido y hemos visto la necesidad de intensificar el número de cursos y talleres. Hoy en día tenemos personas en lista de espera para acudir a estos cursos.

Dentro de este amplio y diverso perfil que conforma el colectivo de personas mayores, nos encontramos con un número importante de personas con nulos conocimientos digitales. Personas que, por diferentes circunstancias, nunca han tenido contacto con el mundo digital.

Aunque muestran interés por aprender, o curiosidad por empezar a conocer este mundo, un porcentaje alto se muestra reticente. Escuchamos frases como “ya estoy mayor para eso”, “eso no es para mí” o “no quiero aprender”.

Detrás de estas afirmaciones encontramos miedos o inseguridades que debemos acompañar a superar.

Entrenamiento cognitivo a través de Tablet

Uno de los proyectos más satisfactorios en cuanto a respuesta de las personas usuarias y los resultados obtenidos es el taller de Entrenamiento Cognitivo con Tablets.

Es un clásico en la oferta formativa en las Asociaciones de Personas Mayores. En algunas ocasiones, quienes asisten, se enfrentan a su primer contacto con la tecnología, utilizan una Tablet para realizar diversos ejercicios de estimulación cognitiva: cálculo, motricidad fina, memoria a corto plazo, lógica…También aprenden a utilizar la Tablet, encenderla, abrir la aplicación, ingresar con su identificador…

Este primer contacto hace que muchas muestren interés y den el paso a otros cursos como los de iniciación al uso de smartphones. Este primer encuentro abre el camino a nuevos retos, desde talleres para el aprendizaje a utilizar una aplicación como WhatsApp a algunos más avanzados como los cursos para la realización de trámites online.

En colaboración con otras entidades y agentes relacionados con la formación y la capacitación digital, seguimos trabajando en desarrollar nuevos proyectos, cursos y talleres para intentar llegar a todas las personas mayores. El gran reto al que nos enfrentamos, el de superar la barrera digital, hace que debamos aunar recursos para lograrlo.

El proceso de cambio hacia un entorno de interrelación digital implica que quienes no avancen sufrirán la llamada “brecha digital”.

Estas personas quedarán, en muchos aspectos de su quehacer diario, apartadas o excluidas de la sociedad.

Desde la labor que desempeñamos, consideramos clave seguir realizando el esfuerzo de digitalizar a las personas mayores y sin dejar a nadie atrás.