Proyecto ZainLab II – jornada presentación

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Oportunidades de empleo y capacitación en la economía de los cuidados y la longevidad.

El proyecto ZainLab es el resultado de una alianza estratégica de organismos públicos y entidades privadas en la búsqueda conjunta de soluciones innovadoras a los retos planteados en la economía de los cuidados y la longevidad. Se busca que los cuidados sean visibles, de calidad, remunerados y profesionales, en el marco de la Estrategia Vasca de Empleo 2030.

La jornada ZainLab es una oportunidad para conectar con el camino recorrido a lo largo de tres años de proyecto y, en este espacio de reflexión, hacerse nuevas preguntas que abran camino a nuevas soluciones.

Intervención de Idoia Mendia

ZainLab pone en valor la importancia de la calidad del empleo en la economía de los cuidados y la intención de avanzar con los retos planteados desde el proyecto. Se abre un nuevo camino, una alianza estratégica para el desarrollo de una estrategia de empleo de calidad y de emprendimiento, que dé respuesta al reto demográfico actual. En un contexto donde más de medio millón de la población vasca es mayor de 65 años, una cuarta parte vive sola y más de 50.000 tienen más de 80 años, el número de personas que optan por soluciones residenciales es menor que quienes no lo hacen.

No existe una única vejez sino diferentes formas de afrontarla. Esta realidad requiere respuestas y que se garantice la libertad de decidir y disponer de cuidados profesionales dignos para aquellas personas que elijan una vida independiente. Hasta la fecha, la respuesta más tradicional se ha proporcionado desde la familia, en un contexto de feminización de los cuidados.

Dentro de los retos trabajados en ZainLab, MENTSAD se consolida como una oportunidad para mejorar los servicios prestados y profesionalizar los cuidados. Da respuesta a la necesidad de formarse de quienes cuidan en los domicilios, mayoritariamente mujeres que no disponen de tiempo ni recursos para asistir a las formaciones impartidas desde Lanbide u otras instituciones privadas. Combina autoestudio y sesiones presenciales los sábados por la tarde y aporta un espacio comunitario para las mujeres que participan en la formación.

A lo largo del proyecto se define un nuevo mapa de roles y perfiles adaptados a la realidad de los cuidados, con la intención de ser incluidos en la formación permanente de Lanbide así como la creación de ZainLab Hub, un espacio permanente de innovación para seguir ofreciendo soluciones al reto demográfico.

Intervención de Fernando Fantova

ZainLab aborda la economía de los cuidados y la longevidad desde la innovación en el empleo. Fernando Fantova desgrana su marco de referencia a través de diez preguntas y respuestas que buscan reflexionar sobre los cuidados, su interseccionalidad e impacto en la cadena de valor de las políticas de empleo. Este último necesita evolucionar conforme a la demanda y así surgirán nuevas necesidades de empleo y otras dejarán de ser.

Dentro de la economía de la longevidad, los cuidados de larga duración cobran especial protagonismo, aquellos cuidados cotidianos que son requeridos por las personas para el resto de su vida. Durante la jornada se pone en evidencia la fragilidad del modelo que se basa en nuestra contribución actual para que en un futuro las necesidades derivadas de ser una población envejecida estén cubiertas.

A lo largo de la jornada se debate sobre los cuidados como ámbito sectorial o no, en construcción, precario, patriarcal y diverso, vinculado a las personas que cuidan y son cuidadas. Donde el patrimonio económico explica la desigualdad existente entre la disponibilidad y la calidad de los cuidados.

El carácter innovador de ZainLab pone el foco en las áreas donde es posible mejorar y avanzar en la economía de los cuidados y la longevidad y éstas se pueden impulsar desde las políticas públicas de empleo.

En el blog de Fernando Fantova puedes descargar sus reflexiones completas.

Intervención de Karmele Acedo

ZainLab es un proyecto que se pone en marcha a lo largo de 2021, enmarcado en el despliegue de la Estrategia Vasca de Empleo 2030, con el objetivo de identificar nuevos perfiles profesionales y nuevos roles para hacer frente al reto de los cuidados.

A partir de un trabajo de análisis del contexto y prospectiva a 2030 y de la colaboración de diferentes agentes del País Vasco en un proceso de escucha y diálogo, ZainLab finaliza con la elaboración de una propuesta final de intervención en el empleo, donde se identifican cuatro retos:

Profesionalización de la actividad del cuidado. Aflorar desde el empleo doméstico, el empleo de cuidado y articular un sistema de formación continua.
Upskilling de profesiones en el ámbito de los cuidados y silverización de otras profesiones. Introducir nuevas competencias en los perfiles profesionales ligados de forma directa e indirecta con la prestación de servicios de cuidados.
Pilotaje de nuevos servicios/programas. Experimentar con nuevos perfiles profesionales valorados como pertinentes en el ámbito de la salud, comunidad y tecnología.
Apoyo para el emprendimiento en la silver economy. Acompañar el desarrollo de proyectos empresariales de personas emprendedoras relacionados con las necesidades de las personas mayores.

ZainLab II es su continuación y centra los esfuerzos en materializar y testar los retos planteados. Para cada uno de los retos identificados, se desarrollan subproyectos que tienen como objetivo pilotar servicios y programas de carácter innovador, testar nuevos perfiles profesionales que respondan a las necesidades derivadas de afrontar el reto de los cuidados.

Durante el desarrollo del proyecto se consolida MENTSAD y la necesidad de abordar una formación continua para profesionales de los cuidados. En ambos casos, se aborda a través de una metodología que combina autoestudio con sesiones presenciales los sábados por la tarde, responde a la necesidad de profesionalizar los cuidados y la dignificación de su labor. Mayoritariamente son mujeres de origen migrante, que ven imposible acceder a la oferta del Servicio Público de Empleo, Lanbide. La formación se complementa con un servicio de orientación y acompañamiento para la mejora de su empleabilidad y la creación de espacios de comunidad y relación entre quienes participan.

En la línea de Upskilling se desarrollan 8 competencias donde la colaboración con otras entidades y personas expertas como Biltzen, Mondragon Unibertsitatea, Osarten, Aclima, la iniciativa Ikanos, Maria Jesús Goikoetxea e Innobasque, ha sido clave y responde a una realidad del entorno laboral: learnability o cambio de rol a lo largo de la vida laboral. Este reto se complementa con el desarrollo de una herramienta digital para diagnosticar el estado de las organizaciones en esta materia y proponer una hoja de ruta y formaciones específicas para su desarrollo.

Mesa 1 – Upskilling en la economía de los cuidados y la longevidad

En el contexto de la transición ecológica, digital y demográfica, ZainLab identifica 8 competencias avanzadas para transformar el ámbito de los cuidados:

Reto ecológico: cultura sostenible.
Reto digital: gestión del dato y digitalización.
Reto demográfico: vida con sentido, ética del cuidado, interculturalidad, innovación e investigación, aportación a un entorno laboral saludable.

Algunas reflexiones compartidas durante el desarrollo de la mesa 1:

La tecnología basa su funcionamiento en la recopilación de datos. Su análisis y gestión pueden ser tractores para la mejora de la calidad del servicio que se presta. Los datos son la materia prima para soluciones en auge como Big Data o Inteligencia Artificial.
La economía de los cuidados requiere un abordaje profundo desde la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente.
Cuidar siempre supone un sacrificio. La capacidad de reconocer a quien cuidamos pone en el centro a las personas, un aspecto clave para abordarlo desde la ética de los cuidados. A partir de aquí, ¿cómo se va a hacer?, ¿en qué momento y cómo se introduce la tecnología?, ¿cómo se aborda el tratamiento de los datos?
A quien recibe los cuidados le tiene que “merecer la pena vivir”. Es la razón de ser de las personas, el motor de vivir bien desde su situación de fragilidad.
Las organizaciones han evolucionado y aprendido del camino recorrido. El reto de la madurez en los cuidados y su variabilidad según se aborden los cuidados desde las instituciones o los cuidados particulares está presente.
El nivel de desarrollo de las 8 competencias resulta desigual en las organizaciones, históricamente los esfuerzos se han centrado en el hacer.
Cuando la tecnología se aborda antes que las personas y los procesos, deja de ser un vehículo válido y efectivo. Es necesario trabajar la capacitación de todas las personas involucradas, desde las organizaciones hasta en los domicilios. Esta reflexión es extensible a las políticas medioambientales y sostenibles donde, el cumplimiento de las normativas es un requisito y tiene que facilitarse su aplicación en los domicilios.
Incorporar la ética como motor en una organización facilita que las personas se sitúen en el centro, sean escuchadas y cuenten con los apoyos que les permita vivir según su elección.
La coherencia en todas las políticas públicas facilita una atención centrada en las personas.

Mesa 2 – Trabajo de cuidados, vulnerabilidad social y desarrollo profesional

El número de personas mayores va en aumento y aunque la edad no es sinónimo de dependencia, entre estas, se da mayores tasas de dependencia. Ante esta necesidad de cuidados y la disminución de la red familiar para cuidar, los cuidados remunerados adquieren mayor relevancia y son un nicho de empleo.

Las personas en situación de dependencia y sus familias cuentan con diferentes recursos sociales públicos y/o privados, desde empresas a contrataciones particulares, en las que no siempre hay un contrato por detrás. Según el tipo de recurso, aspectos como el perfil de las personas que cuidan, sus condiciones laborales o los requerimientos de cualificación profesional, entre otros, varían significativamente. No es lo mismo trabajar en el marco de un SAD público que en una empresa privada o en servicios a particulares.

Algunas reflexiones compartidas durante el desarrollo de la mesa 2:

El perfil mayoritario es una población feminizada, suelen ser mujeres de origen latinoamericano que llevan tiempo trabajando en los cuidados.
Suelen cuidar en la economía sumergida, principalmente, entre quienes no han podido regularizar su situación. Sin embargo, cada vez llegan mujeres más mayores, acercándose a la edad de la jubilación. Esta realidad se conoce como la fragilidad de las personas cuidadoras.
No todas las personas que buscan capacitarse pueden hacerlo. Algunos aspectos como las barreras idiomáticas, los requisitos mínimos solicitados, la falta de competencias digitales o conectividad son algunos de los motivos. Se habla desde una visión urbana y no rural, una realidad que no se corresponde con nuestro territorio, donde el acceso al transporte y la movilidad pueden ser otros factores limitantes. En otros casos, tienen menores a su cargo o trabajan y no pueden acudir a la formación.
En algunos casos las familias tienen un nulo o escaso interés por la capacitación de estas personas porque desconocen su importancia. Así, no facilitan ni promueven el tiempo que necesitan las cuidadoras para su autoformación, siendo otra barrera de acceso a su capacitación.
Son personas que tienen muy poco tiempo libre y realizan un gran esfuerzo para acudir a las formaciones.
Las formaciones como MENTSAD, cursos previos y la formación continua también tienen la función de crear espacios de comunidad, donde relacionarse y visualizar que son trabajadoras con derechos y, con la capacitación adecuada, pueden acceder a una profesión atractiva.
Las mujeres migrantes llegan con una “mochila”, requieren apoyo psicosocial y promover su empoderamiento para que se reconozcan como trabajadoras de pleno derecho.
En algunos casos se genera “cadenas globales del cuidado”: han dejado familia en su país de origen al cuidado de otras personas para cuidar en el país de destino.

Mesa 3 – Nuevos perfiles profesionales y oportunidades de innovación

ZainLab es un proyecto con carácter innovador. La innovación es necesaria para dar respuesta a los nuevos modelos de cuidados y, a su vez, para que puedan producirse los cambios y transformaciones necesarias. Esto incluye la creación de nuevos roles y perfiles profesionales que respondan a los nuevos retos y necesidades que plantea la economía de los cuidados y la longevidad a 2030.

Algunas reflexiones compartidas durante el desarrollo de la mesa 3:

Innovar requiere provocar cambios y romper con lo establecido. En el contexto de políticas públicas no siempre resulta sencillo, hay normativas estatales que también se requiere cumplir. Sin embargo, la coordinación entre departamentos ya es una realidad y se busca hacer fácil lo difícil.
La sociedad vasca actual tiene más necesidades y es más compleja. Así surgen nuevos perfiles profesionales. El cambio y la innovación avanzan con el compromiso de quienes trabajan en la economía de los cuidados.
El paradigma alrededor del que se pivota es la atención centrada en las personas, que además buscan vivir en su propio domicilio. Las personas, sus familias y el equipo de profesionales necesariamente están conectadas y alineadas.
La figura del promotor o promotora de la salud musculoesquelética y el perfil de fisioterapeuta con especialización en fragilidad son dos ejemplos de perfiles profesionales que han sido pilotados. Para ello, se mantiene una doble mirada: en las personas mayores y quienes les cuidan. Se desarrolla con las personas y en los domicilios, siendo posible la estratificación del riesgo.
El pilotaje de los nuevos perfiles profesionales requiere un caldo de cultivo y relación de confianza para que las personas mayores se sientan cómodas cuando se interviene en sus domicilios.
La prevención aporta ahorro de recursos humanos y económicos. Sin embargo, no suele estar presente e incorporar esta mirada es clave en la economía de los cuidados.
Una innovación disruptiva que permite ampliar la visión de los cuidados en el hogar tiene en cuenta la triple soledad (personas mayores, quien cuida y las familias), la ciudad de los 15 minutos (promover comunidades cercanas que resuelven las necesidades de las personas) y el servicio que se presta. Se incorpora un componente tecnológico cotidiano, como es el televisor para no solo cuidar desde la presencialidad y así surge el perfil facilitador tecnológico que forma y acerca la tecnología a las personas mayores, rompiendo las posibles barreras o situaciones de rechazo.
La tecnología es facilitadora, sin embargo, su introducción en el hogar tiene que ser aceptada por las personas mayores. Adicionalmente, tienen que ser soluciones sostenibles y factibles de incorporar en las viviendas de las personas mayores.