La Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, establece que las empresas deben promover condiciones de trabajo que eviten el acoso sexual y el acoso por razón de sexo y arbitrar procedimientos específicos para su prevención y dar cauce a las denuncias o reclamaciones que puedan formular quienes hayan sido objeto del mismo.

El acoso sexual y el acoso por razón de sexo son riesgos laborales de carácter psicosocial que afectan a la seguridad y salud de quienes lo padecen, y las empresas de acuerdo a lo establecido en la ley de prevención de riesgos laborales están obligadas a adoptar cuantas medidas sean necesarias para proteger la seguridad y salud en el trabajo de todo su personal.

Tolerancia cero: algunos datos sobre este tipo de acosos.

Aunque evaluar el volumen de este tipo de acosos no suele ser una tarea sencilla, existen algunos datos derivados de un estudio realizado por la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE (FRA) realizado a escala de la Unión en 2014 titulado «Violencia de género contra las mujeres».

En dicho estudio se apunta a que el 90% de las víctimas de acoso sexual son mujeres. Que el 32% de todas las víctimas en la Unión señalaron que el agresor había sido un superior jerárquico, un compañero de trabajo o un cliente. Y entre otros datos, igualmente señala que el 61% de las mujeres empleadas en el sector servicios han sido objeto de este tipo de acoso. Más complicado se hace obtener datos respecto al acoso por razón de sexo.

Teniendo en cuenta todo ello, en nuestra organización hemos querido incidir en este último año, en la revisión y análisis de nuestra sistemática en estos casos, y como resultado hemos emitido un nuevo protocolo de actuación que recoge tanto medidas de carácter preventivo como las que son precisas en caso de que se produzca algún caso de esta índole.

Una línea clara, es la comunicación, formación y sensibilización de todo el personal de nuestra organización, a todos los niveles, incluidos posibles servicios subcontratados, personal becario, y/o de prácticas. Se trata de avanzar hacia una cultura que integre de manera global un claro mensaje de “Tolerancia cero con el acoso sexual y por razón de sexo”.

Tolerancia cero, un mensaje claro y extendido en nuestra organización.

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Con este mensaje queremos manifestar, ratificar y reforzar nuestra postura y compromiso ante este tipo de situaciones de violencia. Buscamos ofrecer espacios de trabajo seguros y saludables, y dotar a nuestro personal de mecanismos de seguridad y respuesta ante posibles situaciones de riesgo o de acoso. Se trata de prevenir, pero también de responder de manera rápida, garantizando la confidencial. Aplicando medidas disciplinarias en casos de situaciones de acoso probadas. 

Para ello, hemos creado un órgano interno compuesto por diferentes personas de nuestra organización, la Asesoría Confidencial, que será el órgano responsable de garantizar y realizar un seguimiento de la implementación de nuestro protocolo, y de acompañar a las posibles víctimas o denunciantes en todo el proceso que se activa ante una queja y/o denuncia de acoso sexual y/o por razón de sexo.

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Recientemente, hemos presentado a nuestro personal las características principales de nuestro protocolo, contando con una invitada de lujo como es Norma Vázquez feminista mexicana que reside en Bilbao desde hace 21 años y que es una referente en el ámbito de la formación y la asistencia técnica en casos de acoso sexual y por razón de sexo.

Norma impartió una conferencia inspiradora, bajo el título de “Acoso sexual y acoso por razón de sexo en el ámbito laboral” que despertó gran interés y participación entre las personas asistentes. Algunas de las reflexiones compartidas nos sirvieron para poner en contexto el camino recorrido y la realidad actual donde cada vez hay más entidades preocupadas por cambiar la cultura de las organizaciones.

Norma también incidió sobre las dificultades en reconocer y ponerle nombre a lo que podemos estar viviendo, especialmente las mujeres por ser el colectivo que más lo sufre. Realidades como el movimiento MeToo ha despertado que otros colectivos como el de la enfermería, los cuidados o las camareras del sector de la hostelería pasen a la acción y no toleren situaciones de acoso sexual y por razón de sexo.

Por último, aludió al Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), pendiente de ser ratificado a nivel estatal (solo Uruguay ha tenido la valentía de hacerlo). El convenio establece la necesidad de ampliar el concepto de ámbito laboral; éste se ve extendido para contemplar entornos más amplios como, por ejemplo, las viviendas donde se presta un servicio de cuidados u otras actividades que se desarrollan tras el horario laboral (viajes, desplazamientos, …). En palabras de Norma “si no fuera porque estás trabajando, no compartirías una cena o un café con esa persona”.

Aunamos esfuerzos en materia de igualdad.

En todo este proceso, no nos olvidamos de las particularidades de nuestra propia organización, compuesta por un 97% de mujeres, de las cuales el 86% prestan sus funciones en espacios no propios de nuestra organización, como es el caso de Auxiliares de Ayuda a Domicilio y Personal de limpieza, entre otros.

Por ello, creemos fundamental extender este mensaje a los ayuntamientos, entidades, empresas, … para y donde prestamos nuestros servicios. Nuestro reto, es conseguir que estas entidades también caminen en la misma dirección, y asuman juntamente con nosotras la responsabilidad que nos corresponde según lo definido en el artículo 24 de la ley de prevención de riesgos laborales, de coordinación de actividades.

Sabemos que no es un camino sencillo, sobre todo en aquellos casos en los que los hechos puedan producirse dentro de los domicilios de personas usuarias de nuestros servicios, donde topamos con características particulares tanto de ubicación, como de posibles situaciones de deterioro cognitivo de las personas usuarias del Servicio de Ayuda a Domicilio. Adaptaremos las medidas a los hechos y a cada circunstancia concreta.

Al mismo tiempo, entendemos que es un servicio que se presta con carácter público, y como tal desde las administraciones, y por ende desde las empresas que prestamos dicho servicio debe haber una apuesta única y clara dirigida a la seguridad y salud de nuestro personal, debemos verlo como un problema colectivo, y nunca dejar el peso en la posible víctima.

Tenemos que actuar, y extender nuestra posición de Tolerancia cero con el acoso sexual y por razón de sexo en todos los ámbitos de nuestra actividad. Seguiremos avanzando y aprendiendo, identificar y nombrar es el primer paso.