El actual sistema productivo que no favorece el equilibrio entre vida personal y laboral y ello incide directamente en la pérdida de vínculos relacionales, especialmente aquellos de menor proximidad, intensidad o frecuencia.
Esta realidad contribuye al aumento de sentimiento de soledad ya que, como consecuencia de ello, un elevado número de personas han centrado su vida en el entorno del trabajo descuidando sus vínculos relacionales y su propio crecimiento personal.
Y, en el momento en que su periodo productivo finaliza surge el sentimiento de soledad. De igual manera sucede cuando los vínculos relacionales no se han trabajado y reforzado limitándose a los vínculos primarios de tal manera, que cuando éstos desaparecen el sentimiento de soledad aflora.
Prevención del sentimiento de soledad
Sin embargo, las personas que han trabajado su propio crecimiento personal y tienen motivaciones disfrutando de una vida personal plena y se han preparado para desempeñar nuevos roles, en el fondo, están trabajando de manera inconsciente su prevención de la soledad.
En esta línea, trabajar el autocuidado y desarrollar estrategias y recursos internos que ayuden a afrontar la incertidumbre de la vida es fundamental si queremos prevenir la soledad. Esto permite a la persona darse cuenta de la importancia de “saber desde donde se están mirando” y, así enfrentarse a situaciones futuras independientemente de sus circunstancias.
Si la parte subjetiva del sentimiento de soledad tiene que ver en parte con las expectativas, valores, ideas y elementos culturales individuales de la propia persona, es primordial disponer de recursos para ordenar, dar sentido e interpretar la realidad percibida.
Dependiendo de la interpretación o del sentido otorgado a los pensamientos, se configurará el propio concepto de soledad, especialmente en aquellos momentos en los que las personas se enfrentan a cambios importantes en su ciclo vital.
Un nuevo mundo donde viviremos mucho más años, exige más vida íntima y personal con una misma y supone generar vínculos relacionales diferentes a partir de los propios intereses.
Porque a medida que la persona se va desarrollando, va generando nuevos vínculos y éste es un factor clave para prevenir la soledad.