El envejecimiento de la población está generando una industria que ofrece nuevos productos y servicios pensados específicamente para las personas mayores.
“La soledad no deseada es un tema que afecta a toda Europa y sobre el que hay que actuar de manera inmediata” KARMELE ACEDO Directora de Grupo SSI.
El envejecimiento activo es una estrategia global para mejorar la calidad de vida de las personas mayores a través de mecanismos que les permitan seguir activas física y socialmente. En el País Vasco, hoy en día la esperanza de vida se sitúa en 80,4 años para los hombres y en 86,3 para las mujeres, según indica el Eustat. Estamos ante una de las cifras más altas de todos los países desarrollados.
Para hablar de este nuevo escenario, DEIA ha reunido un grupo de profesionales con experiencia en el envejecimiento activo para conocer de primera mano los pormenores a los que se enfrentan entidades y empresas que se dirigen a las personas mayores.
La cita ha contado con la presencia de Karmele Acedo, directora de Grupo SSI; Iñigo Mijangos, responsable del programa betiON de Gobierno Vasco; Arantxa González de Heredia, especialista en diseño inclusivo y envejecimiento de Mondragon Unibertsitatea y Jon Ensunza, director de Atiempo Servicios Asistenciales.
El encuentro ha girado en torno a cinco grandes ideas, en las que ha habido coincidencia en las conclusiones:
El sector debe digitalizarse y ser más eficiente con la información.
La adopción de las nuevas tecnologías y la digitalización debe aspirar a cumplir dos importantes objetivos:
- El primero de ellos es que la digitalización permita disponer de la información más actualizada posible sobre la situación de las personas de edad avanzada. En opinión de la mesa reunida, no hay duda de que cuanta más información se tenga, se podrá intervenir mejor.
En opinión de Acedo, “dotar de competencias digitales a colectivos que por tradición no están cercanos a la tecnología básica es uno de los caminos sobre los que hay que trabajar”. El resto de ponentes se muestran de acuerdo con la opinión de Karmele, al asegurar que el hecho de que cada empresa de servicios asistenciales monitorice y digitalice las actuaciones que realiza en cada vivienda puede resultar de gran ayuda.
- El segundo de los retos es al diálogo entre empresas e instituciones que trabajan en el entorno de los servicios asistenciales. “Si somos capaces de dialogar entre sistemas y compartir información, vamos a poder intervenir de una manera mucho más eficaz”.
Es una oportunidad empresarial.
Hoy en día las personas con más de 65 años tienen ante sí un periodo de muchos años de vida plena. “Ahora estamos ante una nueva persona mayor, una persona con poder adquisitivo, que estudia, viaja…”. Partiendo de este nuevo perfil, nace la idea de la silver economy, que convierte el envejecimiento en oportunidades de negocio.
Se pone de manifiesto la necesidad de crear un mercado privado en torno al envejecimiento, que abrirá infinidad de oportunidades de negocio. “Hoy en día muchas de las personas que se jubilan tienen ante sí 15 pletóricos años por delante y a todos ellas hay que proporcionarles opciones, una oferta de mercado que a día de hoy no existe”, valora Acedo.
Para conseguir llegar al público de personas mayores, las personas participantes en la mesa creen que sería de gran utilidad cambiar el mensaje a la hora de ofrecer los nuevos productos que salen al mercado, y no estigmatizar a las personas mayores.
Imprescindible la colaboración público-privada.
Poniendo la mirada en lo que queda por hacer, Iñigo Mijangos confía en la colaboración público-privada para alcanzar los retos planteados, un hecho en el que también confía la directora de Grupo SSI. Esta realidad se deja notar con iniciativas como la creación de Nagusi Intelligence Center por parte de la Diputación Foral de Bizkaia o en Gipuzkoa, con la estrategia AdinBerri.
Requiere un enfoque transversal.
El total de ponentes está de acuerdo en que, al hablar de envejecimiento, hay que hacerlo desde un enfoque de estrategia de país. Para Acedo, el envejecimiento debe trasvasar todos los departamentos del Gobierno. “Envejecimiento no puede estar en acción social, ya que envejecimiento interpela vivienda, industria, urbanismo, educación… Euskadi en el futuro va a estar envejecida y tenemos que empezar a trabajar desde ahora”. En ese sentido, Karmele Acedo adelanta el comienzo de un nuevo proyecto, que cuenta con el apoyo de BBK Fundazioa: Bizkaia Saretu, que aspira a convertirse en la escuela para la prevención de la soledad no deseada.
El trabajo comunitario es fundamental.
Una de las conclusiones a las que se ha llegado tras el debate es que son muchos los aspectos en los que hay que evolucionar para conseguir el objetivo que defiende el envejecimiento activo. El trabajo comunitario y del voluntariado es fundamental para alertar sobre situaciones de necesidad en la vejez. Iniciativas como el programa Mirada Activa en Mayores, puesto en marcha en Bilbao y liderado por Grupo SSI, para detectar situaciones de soledad no deseada, es uno de ellos, todo un ejemplo de solidaridad entre las personas de edad que está despertando en la sociedad actual.
Iñigo Mijangos valora positivamente el papel del voluntariado pero siempre que no se traspase el que desarrolla el personal profesional. En opinión de Acedo, “va a haber sitio para todas las personas; profesionales, familiares, perfil cuidador o de voluntariado…”
El envejecimiento está generando una industria que ofrece nuevos productos y servicios pensados específicamente para las personas mayores.