Es primordial generar una visión diferente de la soledad si queremos contribuir a desestigmatizarla.
A finales del año pasado, desde el Grupo SSI lanzaron Bizkaia Saretu, programa que aspira a convertirse en una escuela de prevención de la soledad. ¿Cómo surge esta iniciativa?
En Grupo SSI llevamos trabajando desde el año 2013 en la detección de situaciones de riesgo de soledad y/o aislamiento social a través del programa Mirada Activa, iniciativa reconocida en el año 2018 con el primer “Premio de Buenas Prácticas en amigabilidad” y en la Tercera edición de los Premios Números 1 de CADENA 100 Euskadi 2019 en reconocimiento a su trayectoria como acción solidaria. Ese mismo año en Grupo SSI damos un paso más y, tras un largo proceso de reflexión, comenzamos a dar forma a Bizkaia Saretu. Se trata de un proyecto que cuenta con el apoyo de Fundación BBK y aspira a convertirse en la Escuela para la Prevención de la Soledad.
No cabe duda de que la soledad, especialmente, de las personas mayores es uno de esos desafíos de primera magnitud que emergen con fuerza en nuestra sociedad. Grupo SSI busca aportar una mirada preventiva y desarrollar programas y acciones que intenten situar las acciones de resolución antes de que la soledad esté ya instalada.
La actividad se centra en la formación y dinamización de agentes anti soledad, pero ¿en qué consisten exactamente?
La idea es ensayar fórmulas y dinámicas de relación y colaboración entre personas que involucren a la comunidad e impliquen a las personas para que no se sientan solas y puedan establecer conexiones, empoderarse y mantener un ámbito relacional bien conservado. Tiene tres objetivos:
- Generar conocimiento propio a través de la acción pilotando proyectos e iniciativas de carácter novedoso que generen base de evidencia científica.
- Crear una red agentes constituida por personas adultas mayores de 55 años, que actuarán como dinamizadoras de agentes e iniciativas frente a la soledad.
- Sensibilizar a las instituciones y a la propia ciudadanía sobre la importancia de prevenir la soledad.
El enfoque está sobre todo en la prevención, pero ¿cómo hay que actuar para resolver los casos de soledad no deseada que ya se están produciendo?
En Grupo SSI somos conscientes de la importancia de actuar lo antes posible para evitar la cronicidad de la soledad. Hemos “ampliado la mirada” incorporando a múltiples agentes tanto públicos como privados en la detección, marcándonos como objetivo llegar a toda la ciudadanía.
Para aquellas situaciones donde el sentimiento de soledad sea una realidad, programas como Mirada Activa o incluso Nagusi Kafegunean, red de espacios amigables para personas mayores son dos ejemplos que permiten trabajar el aislamiento social desde la comunidad.
La soledad no deseada de los mayores ya es un problema habitual, que se instaura dentro de las propias dinámicas familiares y territoriales, por lo que es indispensable que intervengan las políticas públicas. Arias de su iniciativa, ¿qué acuerdos están surgiendo con las Administraciones territoriales?
En Grupo SSI estamos llegando a acuerdos con ayuntamientos y mancomunidades tanto para implementar programas como Mirada Activa y Nagusi Kafegunean como para impulsar iniciativas de dinamización comunitaria para la prevención de la soledad y el aislamiento social.
De igual manera, las administraciones públicas pueden influir a través de iniciativas como la transformación de espacios físicos, promoción de un urbanismo social y diseño de espacios urbanos comunes de forma colaborativa. Proyectos que buscan soluciones concretas para que pongan freno al aislamiento social.
Desde la entidad explican que un elemento clave para garantizar el éxito de los proyectos es conectar todas estas iniciativas contra el aislamiento de las personas mayores. ¿Cómo están trabajando en este sentido?
A la hora de abordar intervenciones es importante aprovechar el potencial social existente. Existe sensibilidad y un alto potencial social que hay que aprovechar porque en la ampliación, en la transformación o en la extensión de lo que ya existe encontramos una vía de solución al fenómeno de la soledad no deseada. Es preciso engranar bien todas las intervenciones en un mismo territorio para que sean más eficaces y precisas.
¿Qué balance hacen tras estos primeros meses de Bizkaia Saretu?
El balance es muy positivo. Gracias al grupo de personas y a los espacios de reflexión que hemos generado hemos descubierto que existen diferentes perspectivas a la hora de analizar la soledad no deseada, desde visiones muy alarmistas hasta enfoques que ponen en valor la vivencia individual y subjetiva del sentimiento de soledad en cada persona. Asimismo, hemos comprobado que es primordial generar una visión diferente de la soledad si queremos contribuir a desestigmatizarla.
Igualmente, hemos comprobado que muchos de los proyectos no están directamente relacionados con el tema de la soledad por lo que no han sido evaluados desde esa clave y, por tanto, no tenemos base de evidencia científica compartida sobre el problema.
Finalmente, es importantes destacar que todas las personas de Bizkaia Saretu somos conscientes de la importancia de crear un modelo de sociedad en la que importen todas las demás personas, porque el sentimiento de soledad no surge de un día para otro, sino que se va fraguando con el tiempo y sólo si todas las personas asumimos nuestra responsabilidad social conseguiremos avanzar.