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Participación de Grupo SSI en el “Encuentro DEIA. Tercera Edad. Innovación y Tecnología”

El Encuentro DEIA. Tercera Edad. Innovación y Tecnología, celebrado la primera semana de noviembre, puso sobre la mesa los cambios a los que se enfrentará la Sociedad en pocos años, provocados por el envejecimiento de la población. Cuatro profesionales con amplia experiencia en la atención a la tercera edad, entre los que se encontraba Karmele Acedo, directora del GRUPO Servicios Sociales Integrados (SSI), expusieron su visión desde diferentes perspectivas: sanitaria, asistencial, tecnológica y de servicios.

Según las estadísticas, en 2061 tres de cada diez personas tendrá más de 65 años en Euskadi y en 2028, por primera vez, la mayoría de la población vasca tendrá más de 50 años. Durante el Encuentro se analizó este escenario desde diferentes perspectivas.

Envejecimiento de la población: retos

En palabras de Karmele Acedo, “por primera vez en la historia de la humanidad va a existir una población muy envejecida”. Las cuatro personas expertas invitadas coincidieron en afirmar que la Sociedad tiene que hacer frente a todo lo que ello implica.

En opinión de la directora de GRUPO SSI, los cambios necesarios para afrontar este nuevo escenario no se pueden improvisar y puntualizó que “hay que actuar desde todos los ámbitos, con una mirada que vaya más allá de legislaturas políticas y que sea transversal a todas las áreas que gobiernan y a todos los niveles de la administración”.

Igualmente hubo consenso en que “no se puede hablar de la tercera edad como una masa compacta. Es un error, ya que dentro de la tercera edad hay colectivos diferentes, con atenciones también muy diferentes”. Por un lado están quienes tras jubilarse siguen en plenas facultades y quienes, por otro, sufren diferentes grados de limitación o incluso de dependencia. Existen diferentes perfiles de personas mayores y por tanto, diferentes realidades a las que habrá que ir buscando respuestas satisfactorias.

En cualquier caso, Karmele Acedo cree que “es muy importante construir un relato en positivo de lo que es la vejez”. Las personas mayores tienen potencial para seguir aportando a la Sociedad, con otras formas diferentes al trabajo, como puede ser el voluntariado o la transmisión de conocimientos obtenidos con la experiencia.

Silver Economy: oportunidades

El aumento de la esperanza de vida supone un cambio demográfico que plantea un nuevo mercado. Así surge el concepto silver economy, economías que se centran en los patrones de consumo de las personas mayores, creando nuevos nichos de mercado con mucho potencial, aún poco explorados.

Las cuatro personas expertas estuvieron de acuerdo en que debe existir un único criterio que agrupe todos los recursos que se pongan a disposición de las personas mayores, así como cambiar la mirada actual, muy centrada en la juventud y sus comportamientos de consumo. “Hay que poner a las personas en el centro de todas las acciones que se lleven a cabo”. Continuando con la pregunta sobre a quién le corresponde tomar cartas en el asunto, Acedo señaló que la respuesta a las necesidades de la tercera edad y del envejecimiento de la población tiene que venir de una manera conjunta entre lo público y lo privado. “O la respuesta es traccionada desde la administración o se puede convertir simplemente en una oferta de productos”, argumentó.

Tecnología y la calidad de vida en la vejez

La tecnología se perfila como la gran aliada de la tercera edad. Durante el Encuentro se puso en evidencia que, gracias a muchos de los adelantos del momento, las personas mayores pueden realizar actividades de la vida cotidiana que antes era imposible. En esta línea se mostraron casos prácticos en los que la combinación del uso de la tecnología y otras terapias habían reportado un gran beneficio a grupos de personas mayores. Las cuatros personas invitadas coincidieron en que la tecnología ha acercado al mundo de la tercera edad herramientas de gran utilidad, aunque no se debe perder de vista cómo los mayores se enfrentan a esos cambios. La rapidez con que se desarrollan los avances tecnológicos puede ser una barrera, con el riesgo de que se abra una brecha tecnológica y el consiguiente aislamiento.

Aun así, en la mesa coincidieron en que los avances tecnológicos representan un valor añadido y que pueden aportar bienestar a las personas mayores, pero sin olvidar aspectos como la bioética o la solidaridad, que consideran imprescindibles.

Para Karmele Acedo “cuantos más mayores haya en el mundo, el mercado se va a tener que poner a su disposición. El cambio ya está aquí”.

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DEIA

11 de NOVIEMBRE, 2018

deia encuentros
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