La pandemia provocada por el covid-19 ha resaltado la importancia de los Servicios Sociales y la Dependencia y se han posicionado más, si cabe, en el centro del bienestar social general que debe primar en las sociedades avanzadas.
El periódico DEIA invitó al Encuentro DEIA Mesa de Expertas sobre Servicios Sociales y Dependencia a Kontxi Claver, directora de Acción Social del Ayuntamiento de Bilbao; Itziar Ceballos, gerente de la Asociación vizcaína de familias y personas con enfermedad mental AVIFES; Karmele Acedo, gerente de Grupo Servicios Sociales Integrados; y Rosa Montalbán, directora de la Residencia Albiz Santiago Llanos, del Grupo Babesten.
Durante el encuentro se puso de manifiesto la importancia de visibilizar y reconocer el trabajo que se ha realizado por parte de colectivos de profesionales que han desempeñado su labor en unas condiciones desde la incertidumbre y el desconocimiento ante una situación inédita.
El papel de los Servicios Sociales.
Algunos titulares para la reflexión abordan la importancia de aunar esfuerzos para que las personas con enfermedad no se salgan del circuito de atención, poner el foco en la atención a las personas mayores y una realidad, cada vez más común, que deja esta pandemia: cada vez se atienden más perfiles que antes no habían acudido a una trabajadora social.
En el contexto actual no se trata tanto de gestionar olas sino de poner en evidencia la experiencia adquirida estos meses. Tanto las instituciones como las entidades al servicio de las personas están mejor preparadas. Se ha reforzado el número de personas que trabajan atendiendo a las personas que lo necesitan en su entorno. Y también destacar la colaboración institucional y la colaboración público-privada.
Al principio de la pandemia y durante el confinamiento se tuvieron que tomar medidas, como el cierre de la red de centros de día y fue necesaria una adaptación casi sin tiempo. En la actualidad, con todos los servicios abiertos, desde AVIFES se constata un menor impacto en las personas que acuden a estos centros pero con la misma necesidad de apoyo.
Karmele Acedo, gerente del Grupo SSI recuerda que “desde el primer día en que comenzó el confinamiento estuvimos ahí”. Fue una situación dura y compleja pero se trabajó internamente para abordar el impacto emocional y dar respuesta desde la profesionalidad y el compromiso con las personas. En el caso de los programas en los que SSI trabaja con personas mayores se trabaja para que puedan vencer el hastío que produce la limitación de movilidad. En la actualidad se trabaja con una propuesta de alternativas que ayuden a mantener los proyectos, principalmente aquellos que trabajan para la prevención de la soledad no deseada en mayores.
Un extracto del reportaje publicado en Deia, el 8 de noviembre de 2020..
